En la actualidad, la firma electrónica de contratos ha revolucionado la forma en que gestionamos las relaciones comerciales. Esta tecnología permite firmar documentos de forma segura y legal desde cualquier lugar y en cualquier momento, sin necesidad de imprimirlos, firmarlos físicamente y enviarlos por correo postal. Esto es una clara ventaja al otorgar un extra de inmediatez a la contratación.
¿Qué es la firma electrónica de contratos?
La firma electrónica de contratos es un método para firmar documentos digitales mediante un conjunto de datos que identifican al firmante y garantizan la integridad del documento. Es decir, es una forma de autenticar la identidad del firmante y asegurar que el contenido del contrato no ha sido modificado desde que se firmó.
¿Cómo funciona?
El proceso de firma electrónica de contratos varía según el tipo de firma que se utilice. Sin embargo, en general, los pasos son los siguientes:
Preparación del contrato: El contrato se redacta en formato electrónico y se envía a las partes involucradas a través de la plataforma de CODICERT.
Elección de la firma electrónica: El remitente elige el sistema por el que el firmante realizará su firma.
Firma del contrato: El firmante recibe el contrato y firma mediante el sistema seleccionado.
Certificado del contrato: Se genera el certificado del contrato en el que se muestra el momento de la firma del contrato y los estados hasta llegar a ese momento o hasta el fallido si el destinatario no lo firma.
Validez legal.
La firma electrónica de contratos es válida legalmente en la mayoría de los países. La Ley 6/2020, así como el Reglamento (UE) nº 910/2014 (eIDAS), establecen los requisitos legales para la validez de las firmas electrónicas en los contratos.
Como recomendaciones añadiremos la importancia de utilizar proveedores de servicios de confianza, como CODICERT, que nos garantice la prestación del servicio y que cumple con la normativa vigente. También es importante que conservemos los documentos firmados de forma electrónica de forma segura, y al menos, durante el tiempo legalmente establecido.
Algunos ejemplos de uso.
Se utiliza en una amplia variedad de sectores, principalmente en el sector privado. Algunos ejemplos de cómo se utiliza la firma electrónica de contratos son:
Compraventa de inmuebles. La firma electrónica se puede utilizar para firmar el contrato de compraventa de un inmueble, así como otros documentos relacionados con la transacción, como las escrituras públicas o el certificado de eficiencia energética.
Contratación de servicios. Se puede utilizar para firmar contratos de servicios, como contratos de telecomunicaciones, contratos de suministro de energía o contratos de seguros.
Gestión de las relaciones laborales. La firma electrónica se puede utilizar para firmar contratos de trabajo, nóminas, finiquitos o cualquier otro documento relacionado con la relación laboral.
Otros sectores. La firma electrónica de contratos también se puede utilizar en otros sectores, como el sector financiero, el sector sanitario o el sector educativo.
Beneficios.
Eficiencia. La firma electrónica agiliza los procesos de firma de contratos y reduce el tiempo y el coste de las transacciones.
Comodidad. Permite firmar contratos desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Seguridad. La firma electrónica del contrato garantiza la integridad del contrato.
Sostenibilidad. Reduce el uso de papel y otros recursos.
Conclusión.
La firma electrónica de contratos es una herramienta segura, eficiente y cómoda que permite agilizar la gestión contractual y reducir costes. Su uso está cada vez más extendido en todo tipo de sectores, desde la Administración Pública hasta las empresas privadas.
CODICERT cuenta entre sus productos con la firma electrónica de contratos, en la que se genera una prueba robusta con validez frente a los tribunales en el caso de que sea necesario. No solamente se trata de la firma, sino de otros puntos como el conocimiento del contenido por ambas partes, la fecha en la que se celebró y la custodia del mismo, garantizándose que no se ha alterado por ninguna de las partes.
En la era digital, el correo electrónico se ha convertido en una herramienta fundamental para la comunicación personal y profesional. Sin embargo, la seguridad de los correos electrónicos tradicionales puede ser vulnerable a diversos ataques. Los correos electrónicos certificados ofrecen una alternativa más segura para proteger la información confidencial.
Como hemos visto en artículos anteriores, el correo electrónico certificado, es un servicio que proporciona un certificado del contenido y del envío, incluyendo acuse de envío, hora y fecha de apertura, dirección de IP de la máquina desde la que se abrió, número de intentos de entrega y certificación de contenido.
Entre sus beneficios de seguridad, destacan una mayor confianza para el destinatario en la autenticidad e integridad del contenido del mensaje. Se proporciona una capa de confianza extra frente a ataques de suplantación de identidad (phising).
Suplantación de identidad (phising).
La suplantación de identidad o phising, busca engañar a los usuarios para que revelen información, como contraseñas o datos bancarios, suplantando la identidad de entidades confiables. Los correos electrónicos son el vector de ataque más común para este tipo de fraude.
En este contexto, el correo electrónico certificado surge como una herramienta poderosa para combatirla, gracias a sus características de seguridad que permiten verificar la autenticidad del remitente y la integridad del mensaje.
Se basa en la ingeniería social para engañar a los usuarios. Los atacantes envían correos electrónicos que aparentan ser enviados por entidades legítimas, como bancos, empresas o instituciones gubernamentales. Estos correos electrónicos suelen contener enlaces o archivos infectados. Al acceder, pueden instalar malware en el dispositivo del usuario o redirigirlo a sitios web fraudulentos para robar sus datos.
Algunas de las medidas que se pueden tomar para protegerse de la suplantación de identidad son:
Desconfíe de correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas telefónicas que soliciten información personal, especialmente si generan urgencia o preocupación.
Verificar la URL antes de hacer clic. Si un correo electrónico o mensaje de texto contiene un enlace, pase el cursor sobre él para ver la URL real. Si no coincide con la URL oficial de la empresa, no haga clic.
No descargar archivos adjuntos de correos electrónicos sospechosos. Estos archivos pueden contener malware que puede infectar su dispositivo.
Utilizar contraseñas seguras y diferentes para cada cuenta. No utilice la misma contraseña para diferentes cuentas, ya que si una de ellas se ve comprometida, las demás también estarán en riesgo.
Mantener actualizado el equipo. Esto ayudará a proteger su dispositivo de malware.
Estar informado sobre las últimas tendencias en phishing. Los estafadores constantemente están desarrollando nuevas técnicas, por lo que es importante estar actualizado sobre las últimas amenazas.
Si cree que ha sido víctima de un ataque de phishing, es importante actuar con rapidez. Cambie las contraseñas de todas sus cuentas, contacte con la entidad suplantada para informar sobre el incidente y denuncie el ataque. En la era digital, la seguridad es responsabilidad de todos. Adoptando medidas de precaución y siendo consciente de las amenazas, podemos protegernos del phishing y navegar por internet de forma segura.
Beneficios del correo electrónico certificado para la seguridad.
Los correos electrónicos certificados son más resistentes a los ataques, entre otras cosas porque para el destinatario hay un refuerzo en la imagen de que el envío viene de la entidad correcta. También se permite cumplir con las diferentes regulaciones normativas. Se mejora la confianza en los correos, los destinatarios pueden tener mayor confianza en la autenticidad e integridad del contenido del mensaje.
En los correos electrónicos certificados se garantiza la autenticidad e integridad del mensaje, se protege la confidencialidad de su contenido y se registra la fecha y hora del envío y la recepción del mensaje.
Algunas de las aplicaciones del correo electrónico certificado, en las que nos ayudará a dotar de seguridad las comunicaciones son:
Comunicaciones legales, cuando queramos dar mayor fuerza probatoria a nuestras comunicaciones.
Transacciones bancarias y comerciales seguras.
Enviar información confidencial por parte de la Administración Pública.
Enviar información confidencial a clientes, como facturas o contratos.
Consejos para mejorar la seguridad.
Utiliza productos de correo electrónico certificado de un proveedor confiable como CODICERT.
Implementa políticas de seguridad para el uso de correos electrónicos certificados.
Formación a los ciudadanos sobre el uso de la tecnología de forma segura.
Utiliza contraseñas únicas y difíciles de adivinar para cada cuenta. Al menos de 12 caracteres, con mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. No uses información personal en ellas y no las compartas.
Cuidado con la información que compartes en internet. No publiques datos personales.
No hagas clic en enlaces desconocidos ni abras archivos adjuntos de correos electrónicos o mensajes de personas que no conoces.
Mantén los equipos actualizados.
Cuidado con los sitios web que visitas. Evita los sospechosos o los que no conozcas.
Emplea una conexión a internet segura cuando realices transacciones bancarias o hagas compras en línea.
Conclusión.
Los correos electrónicos certificados emergen como una respuesta sólida a los desafíos de seguridad en la comunicación digital. Nos da más garantías de la identidad del remitente y garantiza la integridad del contenido, lo que establece un estándar importante de confianza. El correo electrónico certificado se va configurando como una herramienta fundamental para asegurar las comunicaciones en línea, todo ello en un contexto en el que lo digital no para de crecer.
Codicert cuenta con un servicio de correo electrónico certificado que cumple con las garantías legales y a un precio altamente competitivo, los pasos para enviarlo son muy sencillos como hemos descrito en un artículo anterior. Os invitamos a que le echéis un vistazo y así comprobéis como este servicio se puede adaptar a vuestras necesidades.
El correo electrónico certificado se ha convertido en una herramienta fundamental para dar fehaciencia a las comunicaciones electrónicas. Su capacidad para demostrar el envío, integridad, fecha del mensaje y a dónde ha llegado lo convierte en una alternativa segura y confiable al correo electrónico tradicional.
En este artículo, exploraremos 5 ejemplos específicos que ilustran las diversas aplicaciones del correo electrónico certificado en diferentes ámbitos:
Relaciones contractuales.
Notificación de vencimiento de un plazo: Un proveedor de servicios puede enviar un correo electrónico certificado para notificar a un cliente sobre el vencimiento de un plazo de pago, cumpliendo con los requisitos legales para iniciar acciones de cobro.
Comunicación de rescisión de contrato: Un empleador puede utilizar el correo electrónico certificado para comunicar a un trabajador la rescisión de su contrato laboral, asegurando la recepción y dejando constancia de la fecha efectiva de la misma.
Ámbito legal.
Notificación de demandas: Un abogado puede enviar comunicaciones a la parte contraria por correo electrónico certificado, por ejemplo en fases de negociación.
Presentación de pruebas: En un proceso judicial, las partes pueden presentar correos electrónicos certificados como prueba documental, acreditando la autenticidad de la comunicación.
Administración pública.
Comunicación de resoluciones administrativas: Las entidades públicas podrían utilizar el correo electrónico certificado para notificar a los ciudadanos sobre resoluciones administrativas, como la concesión de una licencia o la denegación de una solicitud. Teniendo en cuenta que la ley cada vez otorga más presencia a las comunicaciones digitales, esta es una posibilidad cada más real.
Citaciones y notificaciones: Las autoridades podrían enviar citaciones y notificaciones oficiales a través de correo electrónico certificado, garantizando la recepción por parte del destinatario.
Transacciones comerciales.
Envío de ofertas y presupuestos: Una empresa puede enviar una oferta comercial o un presupuesto a un cliente potencial por correo electrónico certificado, dejando constancia del contenido y de la fecha de la propuesta.
Confirmación de pedidos: Tras la realización de un pedido online, la empresa puede enviar un correo electrónico certificado al cliente confirmando la compra y detallando los datos de la misma.
Gestión de Recursos Humanos.
Comunicación de alta en nómina: La empresa puede enviar un correo electrónico certificado al nuevo empleado para informarle sobre su alta en la empresa, las condiciones laborales, hacerle llegar el contrato y demás información relevante.
Notificación de sanciones: En caso de que un empleado incurra en una falta disciplinaria, la empresa puede utilizar el correo electrónico certificado para notificarle la sanción impuesta.
Conclusión.
El correo electrónico certificado es una herramienta versátil que ofrece un alto grado de seguridad y confiabilidad en las comunicaciones electrónicas. Su uso se extiende cada vez en diferentes ámbitos, desde relaciones contractuales hasta la gestión de recursos humanos, pasando por el ámbito legal y las transacciones comerciales.
La implementación del correo electrónico certificado puede aportar importantes beneficios a las empresas y organizaciones, como la mejora de la eficiencia en las comunicaciones, la reducción de riesgos legales y el aumento de la transparencia en los procesos.
Los correos electrónicos certificados emergen como una respuesta sólida a los desafíos de seguridad en la comunicación digital. Nos da más garantías de la identidad del remitente y garantiza la integridad del contenido, lo que establece un estándar importante de confianza. El correo electrónico certificado se va configurando como una herramienta fundamental para asegurar las comunicaciones en línea, todo ello en un contexto en el que lo digital no para de crecer.
Codicert cuenta con un servicio de correo electrónico certificado que cumple con las garantías legales y a un precio altamente competitivo, los pasos para enviarlo son muy sencillos como hemos descrito en este artículo. Os invitamos a que le echéis un vistazo y así comprobéis como este servicio se puede adaptar a vuestras necesidades.
Como comentábamos en nuestro artículo anterior, las comunicaciones electrónicas han venido ganando más protagonismo y es evidente que seguirán este camino. El desarrollo de estos medios de comunicación llevan aparejado, por necesidad, el mismo desarrollo en medidas de seguridad que los protejan. También es necesario dotar de una protección legal a nuestras comunicaciones para poder usarlas en este plano llegado el momento.
Un escudo legal que nos proteja ante posibles conflictos, que nos de garantías probatorias o nos ayude a evitar posibles sanciones es muy recomendable. En ocasiones obligatorio y desde luego necesario para el buen desarrollo de multitud de proyectos.
En la sociedad actual la comunicación se ha ido digitalizando y las transacciones comerciales se realizan cada vez más a través de plataformas en línea, de hecho, el correo electrónico convencional es un medio de comunicación imprescindible. Surge una pregunta fundamental: ¿cómo podemos garantizar la integridad y autenticidad de la información que se transmite electrónicamente? Se utiliza con todo tipo de intenciones, desde motivos personales hasta comunicaciones laborales o comerciales, y por ello, puede tener implicaciones legales.
Un medio que nos va a ayudar a hacerlo es el correo electrónico certificado, una herramienta que agrega una capa adicional de seguridad a las comunicaciones y que también otorga un valor probatorio significativo en contextos legales y comerciales. En nuestro último artículo os explicamos en qué consistía este producto y os explicábamos algunas de sus ventajas legales.
En este artículo vamos a hablar sobre el valor probatorio del correo electrónico certificado de CODICERT.
El correo electrónico certificado.
Como os decíamos, en nuestro anterior artículo os explicamos de qué se trata este producto. Por recordarlo, un correo electrónico certificado, a diferencia de un correo electrónico convencional, incorpora un sistema que verifica la integridad del contenido del mensaje. También, por el tipo de producto, refuerza a ojos del destinatario la autenticidad de la identidad del remitente.
Estamos ante un producto que nos proporciona un certificado de contenido y de envío. También muestra hora y fecha de apertura, dirección IP de la máquina desde la que se abrió y el número de intentos de entrega.
El proceso del correo electrónico certificado nos garantiza la integridad de la comunicación, que el mensaje no ha sido alterado y que proviene del emisor. Es un producto que supone una evolución importante en la seguridad a la hora de enviar y recibir mensajes electrónicos.
Digamos que estamos ante una variante especializada del correo electrónico convencional. Va a otorgar características adicionales que garanticen la seguridad y la autenticidad de los mensajes enviados.
Su valor probatorio.
En el ámbito legal las pruebas y evidencias juegan un papel crucial, el correo electrónico certificado aquí puede ser un recurso invaluable. Deja una huella única y un registro detallado de la transmisión y la recepción del contenido, por lo que el correo electrónico certificado ofrece una sólida base para demostrar la autenticidad tanto del envío, como del contenido de la comunicación electrónica en procedimientos judiciales y disputas legales.
En diferentes países se reconoce el valor probatorio del correo electrónico certificado como una evidencia admisible en procedimientos judiciales, como se establece una custodia clara y documentada, es un tipo de comunicación perfecto para respaldar reclamaciones, contratos y otros acuerdos comerciales, y se puede utilizar para verificar la entrega de notificaciones y comunicaciones oficiales.
En el artículo 299.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil se dice que «También se admitirán, conforme a lo dispuesto en esta Ley, los medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, así como los instrumentos que permiten archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase, relevantes para el proceso.»
El legislador lo que hace es incorporar al procedimiento judicial la prueba electrónica, en la que encajaría un producto como el correo electrónico certificado.
La prueba electrónica es un medio de prueba admitido por los tribunales españoles, pero para asegurar su validez es necesario que se mantenga su integridad intacta, incluyendo el contenido, hora y fecha de envío.
Las garantías que hacen más fiable y seguro al correo electrónico certificado que a uno convencional, y por tanto, aumentan su valor probatorio incluyen:
Integridad. Está protegido frente a modificaciones, el destinatario tiene garantizado que el contenido del correo es el mismo que le enviaron.
Fecha y hora de envío. Se certifica la fecha de envío y hora, lo que permite demostrar a ciencia cierta el momento en el que se envió el correo electrónico.
Autenticidad y seguridad en el ámbito comercial.
En el ámbito comercial, es de vital importancia la seguridad de las transacciones y la autenticidad de las comunicaciones, estamos hablando de cuestiones que se convierten en críticas, y aquí, el correo electrónico certificado desempeña un papel vital.
Si vamos a enviar facturas, órdenes de compra u otros documentos comerciales, es mejor hacerlo a través de un correo electrónico certificado. Con este medio las empresas pueden confiar en que la información transmitida no ha sido alterada y tendrá más seguridad en que el remitente es quien dice ser.
Sucede lo mismo cuando estamos ante documentación del ámbito laboral, por la delicadeza de la misma nos interesa protegerla con una capa de seguridad extra, lo cuál probablemente nos interese en materia de contratación, despidos o cuando se hagan las comunicaciones requeridas por la ley para, por ejemplo, convocar una huelga.
También podrá ser utilizado como prueba de notificación en casos de incumplimiento de contratos o disputas comerciales. Por ejemplo, para reclamar un impago de un contrato de arrendamiento. Contaremos con un registro detallado de la entrega y recepción del mensaje, esto nos ayudaría para la resolución de conflictos en cuanto al contenido y la fecha de comunicaciones.
Con lo que estamos viendo podemos comprobar que el correo electrónico certificado se puede utilizar como prueba para una gran variedad de casos, algunos de los comunes son:
Contratos. Firma de contratos electrónicos.
Comunicaciones comerciales. Contrataciones comerciales, facturas, reclamaciones de impagos, comunicaciones importantes a clientes o proveedores…
Comunicaciones internas. Como por ejemplo convocatorias de huelgas o juntas.
Notificaciones. Se puede utilizar para enviar notificaciones legales, como notificaciones de despido, de resoluciones de contrato, notificaciones de demanda… Incluso para la Administración Pública, que tiene que la obligación de notificar en algunos casos de forma electrónica, sería útil este tipo de servicios.
Es una herramienta muy valiosa de cara a proteger los derechos en procesos legales. Recordemos que va a otorgar a nuestro mensaje mayor fiabilidad que un correo ordinario al protegerse frente a modificaciones y que va a probar la trazabilidad del mensaje al incluir la fecha y la hora de envío certificadas.
Conclusión.
Los correos electrónicos certificados emergen como una respuesta sólida a los desafíos de seguridad en la comunicación digital. Nos da más garantías de la identidad del remitente y garantiza la integridad del contenido, lo que establece un estándar importante de confianza. El correo electrónico certificado se va configurando como una herramienta fundamental para asegurar las comunicaciones en línea, todo ello en un contexto en el que lo digital no para de crecer.
Codicert cuenta con un servicio de correo electrónico certificado que cumple con las garantías legales y a un precio altamente competitivo, los pasos para enviarlo son muy sencillos como hemos descrito en este artículo. Os invitamos a que le echéis un vistazo y así comprobéis como este servicio se puede adaptar a vuestras necesidades.
La comunicación electrónica ha ido ganando cada vez más protagonismo, y aquí la seguridad y la autenticidad de la información son elementos críticos. Teniendo esto presente, aparecen medios como el correo electrónico certificado, que emerge convirtiéndose en una herramienta vital para garantizar la integridad de la comunicación a través de internet.
El correo electrónico certificado es un medio que, por un lado, proporciona un nivel adicional de seguridad a la comunicación y, por otro, establece una base sólida de confianza entre las partes. En este artículo, veremos el concepto de correo electrónico certificado, los beneficios que aporta, cómo funciona y su seguridad.
¿Qué es el correo electrónico certificado?
Un correo electrónico certificado, a diferencia de un correo electrónico convencional, incorpora un sistema que verifica la integridad del contenido del mensaje. También, por el tipo de producto, le sirve de garantía al destinatario de la autenticidad en la identidad del remitente.
Es un servicio que proporciona un certificado de contenido y de envío que además incluye acuse de envío, hora y fecha de apertura, dirección IP de la máquina desde la que se abrió, número de intentos de entrega y certificación de contenido.
El proceso del correo electrónico certificado garantiza la integridad de las comunicaciones, que el mensaje no ha sido alterado y que proviene del emisor.
El correo electrónico certificado supone una evolución importante en seguridad a la hora de enviar y recibir mensajes electrónicos.
Características del correo electrónico certificado.
Autenticación de identidad: La principal ventaja del correo electrónico certificado es la posibilidad de identificación previa al acceso a la comunicación.
Integridad del contenido: El contenido del mensaje queda sellado, garantizando que no se ha modificado durante su transmisión. Esto es vital porque el principal valor de este producto es la confianza en la información crítica o confidencial que se envía.
Entrega y acceso a la comunicación certificados: La plataforma de CODICERT indica la entrega del correo electrónico certificado en el servidor de destino, así como desde que IP se ha accedido. Esto proporciona al remitente la certeza de que el mensaje se ha enviado y de que ha sido recibido.
Múltiples intentos de entrega: El correo electrónico certificado de CODICERT cuenta con tres intentos de entrega al destinatario, con el objetivo de lograr el éxito en la comunicación.
Depósito notarial de 5 años ampliable:CODICERT custodia la comunicación, junto con los datos asociados, durante un periodo de 5 años, que es el mínimo establecido por la ley, prorrogables. Esta custodia es además bajo notario, que otorga más valor de la integridad del correo electrónico certificado.
Trazabilidad en tiempo real: Desde la plataforma de usuario de CODICERT, se permite al remitente acceder a los diferentes estados por los que pasa la comunicación, permitiéndole una visión real de todo lo que sucede con el mensaje enviado.
Hasta 6 megas incluidos: En el precio del correo electrónico certificado de CODICERT seincluye esa cantidad de megas para adjuntar, pudiéndose ampliar bajo las condiciones establecidas.
Opción de rechazar la comunicación: Cuando el destinatario recibe el correo electrónico certificado puede elegir la opción de rechazar la comunicación si lo considera, eso sí, el remitente del correo podrá probar que él sí que envió el correo y que fue el destinatario quien no quiso acceder a su información.
Cumplimiento legal: El correo electrónico certificado es una herramienta perfecta en entornos empresariales y legales, en los que la documentación precisa y la integridad de la misma son cruciales. Estamos ante un medio que podrá desempeñar un papel vital al proporcionar pruebas sólidas de comunicaciones y acuerdos.
Reducción de riesgos: La implementación de correo electrónico certificado contribuye a la reducción de riesgos asociados a estafas en los que se suplante la identidad del remitente, por ejemplo, y de otros tipos de ataques cibernéticos. Cuando se verifica la identidad del remitente, se minimiza la posibilidad de caer en engaños.
¿Cómo se envía un correo electrónico certificado?
El funcionamiento para enviar un correo electrónico certificado desde la web de CODICERT es muy sencillo, para empezar el remitente deberá darse de alta como usuario en la plataforma, donde rellenará sus datos de usuario y seleccionará la tarifa que desea contratar.
Una vez dado de alta, ya podrá acceder a la web de usuario desde la que podrá seleccionar el tipo de envío que desea, en este caso, el del correo electrónico certificado. Aquí deberá incluir la dirección de correo electrónico del destinatario, los archivos adjuntos que considere necesarios y el asunto y el cuerpo del correo; es decir, la misma información que si fuese a enviar un correo electrónico convencional, no tiene mayor dificultad.
También existe la opción de envíos masivos, especialmente si queremos enviar el correo a un número considerable de destinatarios.
El correo electrónico certificado y la seguridad digital.
La seguridad digital es una preocupación creciente en la actualidad, y con herramientas como el correo electrónico certificado estamos ante medios que pueden ser esenciales para fortalecerla. Como se otorga una capa adicional de seguridad, se protegen datos sensibles como la identidad del remitente lo que ayuda a prevenir ataques cibernéticos.
La autenticación rigurosa del emisor de un correo electrónico es crucial en una sociedad en la que la suplantación de identidad (phishing) se ha convertido en un riesgo importante. Ante este peligro las grandes empresas alertan a los consumidores, pero para una parte de la población sigue siendo un riesgo. El mayor uso del correo electrónico certificado podría disminuir la eficacia de los intentos de suplantación de identidad y de otras formas de manipulación digital.
Conclusión.
Los correos electrónicos certificados emergen como una respuesta sólida a los desafíos de seguridad en la comunicación digital. Nos da más garantías de la identidad del remitente y garantiza la integridad del contenido, lo que establece un estándar importante de confianza. El correo electrónico certificado se va configurando como una herramienta fundamental para asegurar las comunicaciones en línea, todo ello en un contexto en el que lo digital no para de crecer.
Codicert cuenta con un servicio de correo electrónico certificado que cumple con las garantías legales y a un precio altamente competitivo, los pasos para enviarlo son muy sencillos como hemos descrito en este artículo. Os invitamos a que le echéis un vistazo y así comprobéis como este servicio se puede adaptar a vuestras necesidades.
Ya hemos hablado en anteriores artículos de las ventajas del burofax y de algunas situaciones en los que nos interesa su uso. Ahora vamos a ver con ejemplos 12 casos en los que enviar un burofax.
Recordemos, un burofax es un medio de mensajería con validez legal, urgente y certificada que permite dejar constancia del envío y de su contenido. Otorga al mensaje una gran seguridad y también nos sirve de prueba del momento en el que se envía la comunicación.
La idea de este artículo es ver algunos casos concretos en los que nos puede interesar enviar un burofax por sus características, pero la realidad es que puede ser aconsejable en infinitos casos. Vamos a centrarnos en 12 de los más comunes:
Reclamaciones de deudas e impagos. Es el uso más frecuente y al que más importancia le hemos dado en anteriores artículos. En algunos procedimientos judiciales incluso es un requisito exigido por la ley sin el cual no se podría hacer avanzar un proceso judicial, por ejemplo, en los casos en los que reclamamos deudas a una comunidad de propietarios hará falta para poder iniciar un procedimiento monitorio para reclamar la deuda.
Para reclamar facturas impagadas. Es un medio de notificación especialmente recomendable en casos de deudas de origen comercial, fácilmente demostrables al tener las facturas impagadas como prueba. Aquí, el burofax nos será especialmente útil al tratarse de un medio que deja constancia fehaciente de la fecha en la que se envía, por lo que nos ayudará a impedir la prescripción de la deuda.
Solicitar baja de empresas prestadoras de servicios. A veces darnos de baja de empresas como compañías telefónicas o de seguros puede ser más complicado de lo que debería. Un burofax nos ayudará a comunicar la decisión de una forma fehaciente dejando constancia de cuando hicimos la petición.
Reclamaciones de asuntos relacionados con la LOPD. La normativa vigente sobre protección de datos concede múltiples derechos a las personas. Los más conocidos son el derecho de acceso, rectificación, oposición y supresión (derecho al olvido). Cuando queremos ejercitar uno de nuestros derechos frente a una entidad (del tipo que sea), el burofax nos servirá para dejar constancia de nuestra intención.
Reclamaciones a compañías aéreas. Todos conocemos casos en los que a alguien le han perdido el equipaje o le han cancelado un avión. En estos casos los procesos de reclamación pueden ser bastante tediosos y si terminan en los tribunales, contar con las reclamaciones que hemos hecho a través de un burofax, nos ayudarán para dar seguridad a nuestras peticiones.
Comunicaciones entre inquilinos y propietarios. Desde el punto de vista del inquilino nos ayudará si queremos que el propietario cumpla con alguna de sus obligaciones, por ejemplo, si no quisiera hacer una reparación. Desde la posición del propietario, nos ayudará, por ejemplo, a dejar prueba del momento en el que solicitamos la finalización del contrato de arrendamiento.
Comunicaciones con órganos judiciales. En un proceso judicial nos pueden pedir que participemos de diferentes formas. Pueden pedirnos que actuemos como testigos o peritos, y en ocasiones que remitamos documentación. Hacerlo desde un medio que da constancia fehaciente de lo que se envía puede ser una buena idea.
Comunicaciones entre trabajadores y empresas. Como vimos en artículos anteriores, el burofax es un medio muy útil en procedimientos de despido. En ocasiones, será necesario notificar al empleado información sobre sanciones previas. Desde el punto de vista del trabajador, puede ayudar si lo que queremos es reclamar nóminas atrasadas al empresario, por ejemplo.
Resolución de contratos. Es un medio útil no solamente para finalizar contratos de arrendamientos o con empresas de telefonía como hemos comentado. Servirá para cualquier tipo de contrato que queramos dar por cerrado, del tipo que sea, y del que queramos dejar constancia. Según el tipo de contrato que estemos terminando tendremos que dar diferentes plazos de preaviso, por lo que enviar un burofax será un medio útil para dejar constancia del momento en el que queremos llevar a cabo la finalización.
Comunidades de vecinos. Para notificaciones importantes dentro de comunidades de propietarios. Por ejemplo: la reclamación de cuotas impagadas, el aviso de la fecha de inicio de unas obras de mejora, o la reclamación de unos daños que esté haciendo un vecino a las zonas comunes. En algunos de estos supuestos es fácil imaginar que terminen en los tribunales, si hemos hecho las comunicaciones con un medio como el burofax, podremos probar los intentos previos de reclamación.
Comunidades entre parejas separadas. En los casos en los que haya hijos menores en común será un medio útil si queremos solicitar cambios en el convenio regulador por ejemplo, o si lo que nos interesa es reclamar la cuantía de una pensión de alimentos impagada.
Convocatoria de eventos. Aquí nos referimos a la convocatoria de eventos importantes como por ejemplo huelgas en centros de trabajo. Es un medio perfecto para comunicárselo tanto a los empresarios como a los sindicatos u otros trabajadores de la empresa.
En conclusión.
No son pocos los casos en los que el burofax nos va a servir para hacer distintas reclamaciones. Al tratarse de un medio que da tanta seguridad será muy útil para poder probar nuestras pretensiones desde el principio.
Codicert ofrece un servicio de burofax con todas las garantías legales y a un precio altamente competitivo. Para enviarlo hay que seguir unos sencillos pasos: se tendrán que indicar los datos necesarios para poder hacer la entrega (nombre, dirección, datos de la empresa si fuese el caso, un teléfono…) y adjuntar el contenido. Realizada la entrega del burofax, el destinatario tendrá que firmar un acuse de recibo que se aportará al remitente a través de la plataforma de usuario.
Hemos hablado en varios artículos sobre los burofaxes, qué son y algunos casos prácticos en los que nos puede interesar utilizarlos. Pero una de las cuestiones que más dudas genera es su formato, si existe un «modelo» de burofax.
La respuesta es simple: no. No se puede hablar de un modelo de burofax porque el burofax es el medio por el que se envía un mensaje, no una plantilla.
Por recordar en pocas palabras, un burofax es un medio con el que enviamos una comunicación de la que queremos dejar constancia fehaciente del envío, del remitente, del destinatario, la fecha y hora, del contenido y del destino. Tiene validez legal y certifica el contenido. Podéis ver en este enlace un artículo en el que explicamos los principales motivos por los que usarlo.
Coloquialmente sí que estamos acostumbrados a escuchar frases como «he recibido un burofax» o «voy a mandar un burofax» (como si esto fuese una amenaza). Esto lo achacamos precisamente a que el contenido que se envía suele traer noticias importantes, por ejemplo en ocasiones se usa para comunicar un despido, por lo que la idea de recibir uno puede no parecer agradable.
Por estos usos entendemos que mucha gente acude a buscar en internet un modelo de burofax que enviar, pero como decimos no existe un modelo como tal.
Entonces, cuando una persona decide que va a mandar un burofax, tiene que ser consciente de qué tipo de comunicación es la que quiere mandar, y una vez que tenga eso claro podrá buscar un modelo que le sirva de guía para redactar su mensaje. Es decir, no se debe buscar en internet un modelo de burofax, con eso no estaremos buscando nada.
¿Qué comunicaciones se suelen enviar por burofax y qué deben incluir?
A continuación vamos a hacer un repaso de algunos requisitos que tienen las comunicaciones más enviadas por burofax.
Mencionamos antes en un ejemplo una carta de despido, si buscamos un modelo de carta de despido veremos que lo que debemos incluir es lo siguiente:
Datos de identificación de ambas partes.
La decisión del despido comunicada de forma clara.
Los motivos del despido.
Fecha desde que tendrá efectos.
Si es necesario se deberá indicar la indemnización.
El lugar, la fecha, la firma (o sello de la empresa). El lugar y la fecha del momento del despido.
En este caso tenemos que tener en cuenta la importancia de la decisión que estamos transmitiendo, por ello os recomendamos que la carta se escriba desde la empatía y el respeto al trabajador.
Os dejamos un artículo anterior en el que hacemos mención a la necesidad que hay en algunos casos de imponer sanciones previas a efectuar los despidos. A veces nos obliga la propia ley.
Si buscamos un modelo de sanción a empleados, veremos que tenemos que indicar lo siguiente:
Como siempre, tenemos que empezar identificando a las partes, en esta caso a la empresa y al trabajador.
Una relación detallada de los hechos que motivan esa sanción. Lo ideal es que le demos toda la información que tengamos al empleado, incluyendo fechas y horas.
Indicar la base legal en la que argumentamos la sanción.
Por supuesto, la propia sanción.
Os recomendamos que también se incluya el proceso por el que el trabajador sancionado pueda responder con su defensa.
Otro uso muy común de los burofaxes, como ya hemos contado en otros artículos, son las reclamaciones de deuda. Una pequeña guía para reclamar una deuda debe indicarnos lo siguiente:
Igual que antes, es importante que incluyamos los datos de identificación de ambas partes.
Evidentemente tendremos que indicar la cantidad que estamos reclamando.
Hay que explicar el origen de la deuda de forma clara.
Si la deuda tiene origen comercial lo más conveniente es que aportemos las facturas que poseemos, o por lo menos que hagamos referencia a ellas.
También se utilizan burofaxes en los casos en los que queremos terminar un contrato por incumplimiento de una de las partes. Aquí os recomendamos que hagáis constar en el escrito que enviéis:
Identificación de las partes.
Identificación del contrato del que surge el incumplimiento.
Debemos señalar la cláusula que se está incumpliendo.
También tendremos que explicarle a la otra parte que el incumplimiento del contrato es motivo para su suspensión, así que tendremos que citar las cláusulas de incumplimiento o el propio Código Civil.
Otra situación, que es más frecuente de lo que parece, es la compra de un automóvil de segunda mano del que luego descubriremos que tiene alguna avería. Lo que haremos será una reclamación por una compra con vicios ocultos, en la que deberemos indicar:
La matrícula del vehículo y la identidad del vendedor.
La fecha de la compra.
Deberemos explicar que en su momento esos defectos no sé comunicaron ni resultaron evidentes para el comprador.
Una relación de los vicios descubiertos. Si podemos, aportemos pruebas como fotografías, por ejemplo.
Lo que solicitemos, ya sea la reparación o el dinero para llevarla a cabo.
Datos de contacto para que puedan alegar lo que consideren.
Nuestra firma.
¿Cómo redactar un burofax?
El consejo común, para cualquier reclamación que queramos hacer, sea de la naturaleza que sea, es que no nos cortemos con los detalles. Pensemos que esto por un lado nos dará suficiente seguridad sobre lo que estamos pidiendo y, por otro lado, también le estaremos dando una oportunidad a la otra parte de defensa o de alegar lo que considere. Dicho esto:
Atención al lenguaje. Pensemos en el destinatario de la comunicación y en lo que estemos pidiendo y adecuemos el lenguaje al caso concreto. Siempre facilitando la comprensión y siendo claros en lo que contamos.
Hay que ser claro en lo que pedimos, no nos andemos con rodeos y si tenemos pruebas que nos puedan apoyar, aportémoslas. Presentemos todos los hechos y datos que tengamos.
Establece plazos para que cumplan con su parte.
Facilita la comunicación, que puedan contactar con nosotros para el caso de que nos tengan que alegar algo.
Utiliza un lenguaje educado, e indica que si no hay solución, acudirás a los tribunales.
¿Cómo enviar un burofax?
Codicert ofrece un servicio de burofax con todas las garantías legales y a un precio altamente competitivo, para enviarlo hay que seguir unos sencillos pasos: el remitente solamente tendrá que indicar los datos necesarios para poder hacer la entrega al destinatario (nombre, dirección, datos de la empresa si fuese el caso, un teléfono de contacto…) y deberá adjuntar el contenido del mismo, una vez realizada la entrega del burofax al destinatario este debe firmar un acuse de recibo que será puesto a disposición del remitente a través de la plataforma de usuario.
En un artículo anterior hablamos de cómo había que reclamar las deudas de un vecino con su comunidad de propietarios. Ahora, vamos a ver quién tiene que pagar las deudas de una vivienda si hay un nuevo propietario.
Para ponernos en situación, supongamos que una persona ha generado una serie de deudas, entre ellas, con la comunidad de vecinos de una vivienda que tiene en propiedad. Esta persona vende su inmueble sin hacer frente al pago de esas deudas. Llega otra persona y compra esa vivienda. ¿Qué pasa con las deudas con la comunidad de propietarios que generó el anterior dueño?
Las cargas de un inmueble.
Lo primero que tenemos que ver es qué son las cargas de un inmueble. Estamos hablando de un derecho que tiene un tercero sobre un inmueble, es algo vinculado a la vivienda y pasa al nuevo comprador. Son deudas que tendrá que asumir el nuevo propietario desde el momento en el que compra la vivienda. Pueden ser con la comunidad de propietarios o de impuestos por ejemplo.
La Ley de propiedad horizontal, en su artículo 9.1 e, nos dice que quien adquiera una vivienda responde de las cantidades adeudadas con la comunidad de propietarios para el sostenimiento de los gastos generales por los anteriores titulares. Ello con el límite de los que sean imputables al tiempo transcurrido del año en curso y a los tres años naturales anteriores. Por ejemplo, si se adquiere el inmueble en abril de 2023 se responde de lo adeudado entre enero y abril de 2023 y lo de los años 2020, 2021 y 2022.
En el mismo artículo la ley nos dice más cosas al respecto de este tema, y es que, en el instrumento público a través del que se transmite la vivienda se debe indicar si la propiedad está o no al corriente del pago de los gastos de la comunidad.
Con lo que hemos visto hasta ahora podemos decir que, según la ley, el vendedor tiene que avisar de si la vivienda tiene cargas y que el comprador las deberá asumir dentro de unos límites.
¿Cómo sabemos si el inmueble tiene cargas?
Con esto ya hemos respondido a la pregunta que nos planteábamos al inicio del artículo, las deudas (con sus límites) las paga el nuevo comprador, ahora bien, vamos a ver algún consejo y ver si existe la posibilidad de reclamar al antiguo propietario, al fin y al cabo, fue él quien generó las deudas.
El primer consejo, y tal vez el más importante, hay que averiguar las cargas que tiene el inmueble. ¿Cómo lo hacemos?
En primer lugar lo más recomendable es acudir al Registro de la Propiedad, aquí veremos si el inmueble tiene cargas inscritas, ya sean hipotecarias, embargos o fiscales.
Podemos pedir una nota simple informativa (se puede hacer a través de internet) que nos mostrará la titularidad, las cargas del inmueble, su descripción… Otra opción es pedir una certificación de dominio (a través de este enlace), principalmente tendremos el mismo contenido que en la nota simple, pero si justificamos que tenemos un interés legítimo podremos conocer más información del pasado de la vivienda. La certificación tiene otra ventaja extra, y es que al venir firmada por el registrador da fe pública sobre su contenido, es una prueba muy frecuente en pleitos. Por otro lado, es más cara.
Otra opción, si queremos saber si tiene cargas relativas a la comunidad de propietarios, (cuotas sin pagar o derramas, por ejemplo) es que acudamos al administrador de la comunidad, este nos podrá dar un certificado de deudas.
Si acabamos adquiriendo el inmueble con deudas con la comunidad, vamos a ver qué sucede con ellas.
¿Qué pasa con las deudas anteriores a tres años?
Por un lado, hemos visto que el nuevo propietario solo tiene que pagar la deuda del año en curso más la de los tres años anteriores, hay que tener en cuenta que la ley entiende que esa deuda va ligada a la vivienda, es decir, no es como tal el nuevo comprador quién debe ese dinero, sino que va aparejada al inmueble.
En función de las cuotas de la comunidad, o si ha habido derramas, la deuda puede ser alta, volvemos a insistir en la importancia de comprobar las cargas del inmueble.
Por otro lado, ¿qué pasa si el antiguo propietario lleva diez años sin pagar? Pues aquí nos encontramos con que el nuevo propietario tendrá que pagar lo indicado, lo recogido en los límites vistos. La cuantía de los años anteriores tendremos que reclamársela al anterior propietario. Al fin y al cabo es esa la persona que ha generado esa deuda y se ha beneficiado de los actos de la comunidad.
Si por norma el vecino deudor ha decidido no pagar recordemos la importancia de evitar la prescripción de la deuda, de la que hablamos en nuestro artículo anterior. Si no reclamamos la deuda corremos el riesgo de que prescriba, y si es así, no la cobraremos, perderemos ese derecho.
Para evitar esto volvemos a aconsejar reclamarle al vecino esa deuda a través de un burofax, porque como hemos mencionado en varias ocasiones, estaremos dejando constancia fehaciente de nuestra reclamación y, gracias a esto, evitaremos la prescripción de la deuda.
¿Cómo reclamamos la deuda anterior?
La dificultad en estos casos radicará en conseguir que el antiguo propietario cumpla con el pago de su deuda. Lo mejor que podemos hacer es iniciar unproceso monitorio y cuando nos den la razón, pedir la ejecución del embargo sobre los vienes del deudor.
Antes os aconsejábamos que a la hora de comprar un inmueble hicierais lo posible por averiguar si tenía deudas u otras cargas. Ahora, si somos la comunidad de propietarios, lo que os recomendamos es que inscribáis la deuda en el Registro de la Propiedad.
Con esto le daremos seguridad a la deuda, estaremos dejando constancia de la fecha desde la que estamos reclamando al deuda. Esto es importante porque si finalmente el deudor es condenado a pagar, y tuviese otras deudas, se van pagando siguiendo un orden. Algunas deudas se colocan en esa lista por encima de otras debido a la importancia del tipo de deuda, otras veces es por la fecha.
Y, como siempre decimos, poder dejar constancia que hemos llevado a cabo las reclamaciones de las deudas ayudará siempre a defender nuestros intereses. Así que volvemos a recomendar el uso del burofax o de correos electrónicos certificados como primer paso para recuperar lo que nos deben.
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Seguro que todos hemos oído casos en los que autónomos emiten facturas que sus clientes no pagan, o peor, puede que directamente nos toque vivirlo. Por desgracia, no es un caso infrecuente y en este artículo veremos unas pautas sencillas para lograr cobrar una deuda y que es la prescripción de una deuda.
Primer detalle, debemos revisar que toda la información incluida en la factura sea correcta. No sea que se trate de un error que hayamos cometido nosotros. Puede parecer una tontería pero no cuesta nada hacer esa revisión.
Otra cosa que tenemos en cuenta es que el cliente tiene un plazo para pagarnos esa factura. El plazo viene recogido en el artículo 4 de la Ley 3/2004, de 29 de diciembre, y es de 30 días naturales que comienzan a contar desde la fecha de recepción de las mercancías o la prestación de servicios. Este plazo es prorrogable hasta un total de 60 días por pacto entre las partes.
Ahora empieza lo delicado, la reclamación. En primer lugar recomendamos que los primeros intentos sean por vías extrajudiciales, y aunque una llamada telefónica amistosa puede ser un buen comienzo, nosotros recomendamos utilizar medios que dejen constancia de la reclamación, como por ejemplo el burofax, un sms certificado o un correo electrónico certificado.
Ya hemos explicado en artículos anteriores que la principal ventaja del burofax es que deja de manera fehaciente constancia del envío de la comunicación. En estos casos esto es especialmente importante porque se suma otra ventaja, al dejar constancia de que estamos reclamando esa factura estaremos interrumpiendo la prescripción de la deuda.
Aquí introducimos un nuevo concepto, la prescripción de la deuda es la extinción de una deuda debido al transcurso del tiempo, es decir, el acreedor (la persona a la que le deben el dinero) pierde el derecho a reclamarlo.
Se tienen que dar dos requisitos para esto: que ni el acreedor emprenda acciones para reclamarla y que el deudor no la reconozca.
Y aquí viene la parte importante por la que nosotros recomendamos el uso del burofax para reclamar la deuda, cada vez que la reclamamos el plazo de prescripción vuelve a comenzar. Esto es así tanto si la reclamación es judicial o extrajudicial.
El plazo de prescripción de una deuda varia en función del tipo de deuda, en primer lugar en el artículo 1964 del Código Civil se indica que «las acciones personales que no tengan plazo especial prescriben a los cinco años desde que pueda exigirse el cumplimiento de la obligación.» Por lo que vemos, salvo que la ley diga otra cosa para casos específicos, es un plazo de 5 años. En otros casos, por ejemplo:
Deudas que vienen de impagos del alquiler de una vivienda prescriben a los 5 años, recogido en el artículo 1966 del Código Civil.
Aparte de estos existen otros supuestos y si dudamos, lo mejor es que hayamos llevado a cabo algún acto de comunicación en el que reclamamos esa deuda para evitar que prescriba. Recordamos: cada vez que se reclama se reinicia el plazo.
Al hablar de la prescripción es importante que mencionemos también la caducidad de plazos para evitar confusiones.
La caducidad es el plazo en el que podemos ejercer un derecho, si la ley nos dice que son 5 años será ese plazo, no se reinicia como con la prescripción. Sí que se puede ver interrumpido en ocasiones especiales, pero por lo general, es un plazo que no deja de correr.
Volviendo al objetivo de reclamar esa factura impagada, si la reclamación por una vía extrajudicial y amistosa no funciona, recomendamos empezar por un proceso monitorio, aquel que ya explicamos en un artículo anterior.
Por recordarlo brevemente, el proceso monitorio es aquel que nos sirve para reclamar deudas y tiene el fin de hacerlo más rápido que en un proceso ordinario, aunque esto no siempre es posible y puede ser necesario terminar pasando por un proceso ordinario.
Insistimos, lo más seguro para este tipo de procedimientos es dejar pruebas de los intentos de reclamar la deuda que hemos llevado a cabo. Es importante por mostrar nuestra buena fe ante los tribunales, pero hoy le sumamos la importancia de hacerlo para evitar la prescripción de las deudas.
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Los divorcios son asuntos que ya de por sí resultan delicados, si les añadimos la existencia de hijos menores de edad, todo se complica más. Aunque la relación entre los padres sea mala, lo idóneo será que siempre traten de mantener una relación cordial en todo lo relativo a los menores. Esto sobre el papel es fácil de decir, pero en la práctica muchas veces genera problemas, especialmente en todo lo que tiene que ver con el dinero y la custodia. En este artículo queremos repasar qué es la pensión de alimentos, cómo se calcula y qué hacer si no nos la pagan.
La pensión de alimentos es un concepto que puede resultar confuso porque no solo hace referencia al pago de alimentación como veremos más adelante, en realidad es una cantidad de dinero que debe pagar un familiar a otro que se encuentra en estado de necesidad, la que todos conocemos es la que se paga cuando la guarda y custodia de un menor cae sobre uno de sus padres tras una separación, aquí lo más habitual es que el otro padre tenga que pagar una cantidad mensual para apoyar económicamente al menor. Es muy importante que recordemos que esta pensión es un derecho del hijo menor, se otorga a favor del hijo, no del otro progenitor.
La pensión de alimentos que recibe el hijo de uno de sus padres cuando están divorciados es la más frecuente y por eso nos centramos en ella, pero también puede llegar a darse entre cónyuges o incluso entre hermanos.
Lo que va a cubrir esta pensión nos viene estipulado por elartículo 142 del Código Civil (en adelante CC) que nos dice: sustento, habitación, vestido, asistencia médica, educación y gastos de embarazo y parto. Hay que hacer unos pequeños matices, los gastos de educación se cubren mientras el hijo sea menor de edad y mayor cuando no ha terminado su formación por causa que no le sea imputable; y los gastos de embarazo y parto cuando no estén cubiertos de otra manera.
Por concretar más esa lista, veremos que comprende la alimentación, los gastos de la vivienda (luz, gas, agua…), vestuario, el ocio normal de un menor, gastos de educación corrientes como los libros de texto, objetos de aseo… Básicamente se incluyen los gastos normales del día a día de un menor de edad.
Por otra parte, y que no se incluyen en esta pensión pero hay que mencionarlos, tenemos los gastos extraordinarios, que van referidos a cuestiones que no se repiten en el tiempo, son imprevisibles pero pueden ser necesarios, como el dentista, o no, como las actividades extraescolares (clases particulares, campamentos…). Para satisfacer estos gastos lo normal es que cada progenitor pague el 50%. Ahora bien, para determinar si estos gastos extraordinarios son necesarios tendremos que contar con el consentimiento de ambos progenitores, aunque algunos nos puedan parecer lógicos, como algunos tratamientos dentales, puede ser que uno de los progenitores se oponga a pagar su parte, y no sería extraño tener que acudir a los tribunales para determinar la tipología de esos gastos y ver lo que tiene que pagar cada uno o que el Juez lo autorice.
La cantidad de la pensión se suele establecer en el convenio regulador o se determina en la sentencia, pero siempre, por su delicadeza, hay que tratar de que sea una cuantía establecida de común acuerdo entre ambas partes con la idea de esquivar posibles conflictos futuros porque el que debe pagar deje de hacerlo.
Lo normal es que esta pensión se otorgue en los casos en los que la custodia recae en uno de los progenitores, ya que se da por hecho que el adulto con el que el hijo convive habitualmente ya se hace cargo de los gastos del día a día del menor, digamos que es como pagar su parte.
También se puede establecer para los casos en los que la custodia es compartida, cuando por ejemplo hay un gran desequilibrio económico entre ambos progenitores.
En esta pensión tenemos diferentes sujetos, por un lado está el alimentante, que es el que tiene que pagar, el deudor; y, por otro lado, tenemos al alimentista, quien debe recibir el dinero. En el caso que estamos viendo el progenitor será el alimentante y el hijo el alimentista. La pensión es para el alimentista, para el hijo, aunque la reciba el padre con el que conviva ese dinero va dirigido al sustento del hijo, es muy importante tener este detalle en cuenta y por eso insistimos, no es un pago de un padre a otro.
Otra cuestión que es importante que tengamos en cuenta es que el hecho de que el hijo cumpla la mayoría de edad no significa que deba dejar de percibir la pensión, si no tiene ingresos propios y sigue estudiando podría seguir cobrando la pensión; si el hijo no estudiase o no avanzase en su formación y tampoco trabajase, estaríamos ante otro caso en el que lo más probable es que se le retirase la pensión. Si consideramos que ha llegado el momento de terminar con la obligación de pagar la pensión, se deberá solicitar su extinción; también podría ser que en el convenio o en la sentencia se fijase el momento de extinción de la pensión.
¿Cómo se calcula la pensión de alimentos? Esta es la parte delicada, el momento de fijar la cantidad que debe pasar un progenitor a otro, aunque insistimos en que es un dinero dirigido al mantenimiento del hijo común. La ley no fija cantidad, lo cuál es normal ya que para calcular esta pensión entran varios factores, por ejemplo los salarios de los padres, quién paga la vivienda del menor, quién se queda con la residencia familiar, si hay más de un hijo…
El artículo 145 CC, nos dice que se reparte la pensión «en cantidad proporcional a su caudal respectivo», la proporcionalidad entre la capacidad económica de quien otorga la pensión (alimentante) y las necesidad de quien la recibe (alimentista) es un requisito tanto de la ley como de la jurisprudencia. Hay que tener en cuenta los ingresos y los gastos del alimentante y también si el alimentista tiene gastos especiales.
Para ayudar a las partes y a los jueces de familia, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha elaborado unas tablas orientadoras para determinar las pensiones alimenticias de los hijos en los procesos de familia.
Las tablas se han elaborado en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística (INE) conforme a bases científicas y sirven como instrumento orientador, es decir, la cantidad que marcan no es obligatoria, pero puede ser muy útil para resolver conflictos.
Ahora vamos a pasar a ver lo más conflictivo de esta pensión, ¿qué pasa si nos dejan de pagar la pensión?
En primer lugar, el alimentante no puede dejar de pagar de forma voluntaria, esto es complicado porque puede llegar una situación en la vida de esa persona en la que le resulte difícil hacer frente a esos pagos, aun así tendrá que pasar por los tribunales esperando que le concedan una modificación de la pensión.
El alimentante que no paga corre el riesgo de cometer el delito de abandono de familia si no lo hace durante dos meses seguidos o cuatro no seguidos, esto viene recogido en el artículo 227 del Código Penal.
Y ¿cómo reclamamos la pensión que no nos pagan? Si nos dejasen de pagar la pensión la mejor forma para reclamarla es ir con el convenio o con la sentencia directamente a interponer una demanda ejecutiva. Ese convenio que tenemos aprobado judicialmente y/o la sentencia nos servirán para acudir a los tribunales a indicar que no se nos ha pagado la pensión, al tratarse ambos de dos títulos ejecutivos.
Como siempre decimos, es recomendable que reunamos pruebas de que la otra parte no nos ha pagado y de que hemos intentado reclamar ese dinero, en este caso puede resultar sencillo ya que tendremos a nuestro favor la información del banco en la que se verá como dejan de hacernos los ingresos; pero desde Codicert recomendamos que se hagan comunicaciones fehacientes intentando reclamar la deuda por una vía extrajudicial, esto le mostrará al Juez nuestro interés por intentar cerrar el asunto de una forma más rápida, algunos medios para realizar estas reclamaciones son el burofax o el sms certificado.
Pasar por los tribunales puede ser un hecho bastante traumático, si podemos evitarlo mejor, y más en estos casos en los que hay menores implicados en cuestiones familiares.
Como venimos recomendando en los artículos anteriores, para hacer estas comunicaciones lo mejor siempre es utilizar medios que dejen constancia fehaciente de que se ha llevado a cabo la comunicación de forma correcta, es decir, de que nosotros hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano para que el mensaje llegue a su destino, para esto, uno de los medios que más seguridad nos da es el burofax. Medio de comunicación que ya hemos analizado en artículos anteriores y que dota de una gran seguridad al mensaje.
Codicert ofrece un servicio de burofax con todas las garantías legales y a un precio altamente competitivo que es perfecto para realizar este tipo de reclamaciones en las que queremos probar todo nuestro esfuerzo por realizar una notificación. Para enviarlo hay que seguir unos sencillos pasos: el remitente solamente tendrá que indicar los datos necesarios para poder hacer la entrega al destinatario (nombre, dirección, datos de la empresa si fuese el caso, un teléfono de contacto…) y deberá adjuntar el contenido del mismo, una vez realizada la entrega del burofax al destinatario este debe firmar un acuse de recibo que será puesto a disposición del remitente a través de la plataforma de usuario.
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